Una nueva forma de liderar grupos
- filomeno29330
- 1 dic 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2019
Mientras más conciencia tengamos sobre lo que somos y lo que queremos ser, mejores resultados obtendremos.

El hecho que mejor define que este método es el camino a seguir, es que una niña de 9 años que estoy entrenando dentro de un grupo, me diese un abrazo después de un entrenamiento y me dijese: "muchas gracias míster".
LA EMOCIÓN DE LA ALEGRÍA
Tu que eres una persona que entrena a niños o niñas, adolescentes o adultos, ¿te has parado a pensar qué emociones transmites con tu forma de entrenar?
Si cierras los ojos durante 10 segundos y haces un esfuerzo mental por recordar quiénes fueron tus maestr@s de gimnasia o educación física en tu etapa escolar, en el instituto y en los equipos o grupos de los cuales formaste parte, verás que tu forma de ser y estar variaba en función de ellos. De todo lo que recuerdas, ¿cómo quien te gustaría ser?
LA CAPACIDAD DE IMPROVISACIÓN
Cada persona a la que entrenamos, independientemente de la edad que tenga, tiene unas capacidades física, técnicas y mentales diferentes. La manera de sacar el mejor rendimiento de cada una de ellas es adaptar el entreno a sus capacidades. Tener un reto a nuestro alcance es muy motivador.
EL OBJETIVO DEL GRUPO
“Si el objetivo de la persona que entrena no es igual que el de las personas que entrenamos, ¿qué dirección lleva el grupo”
Nos olvidamos de preguntarle a las personas que entrenamos qué quieren conseguir. ¿te imaginas que las personas que entrenamos nos preguntan el primer día de entrenamiento esta misma pregunta?, Míster, ¿tú que quieres conseguir?
Tienen que ser objetivos que solo dependan de la persona a la que se lo preguntamos. Una vez tengamos esto claro estaremos en condiciones de buscar objetivos de grupo.
Y OTRA VEZ LA EMOCIÓN DE LA ALEGRÍA
Cuando te estas esforzando por conseguir un objetivo que sabes que sólo depende de ti y que conseguirlo te hará mejor deportista y hará mejor a tu grupo, la forma de entrenar es diferente. Lo veo cada día en los entrenamientos que realizo a grupos de niñas de entre 4 y 14 años. Cada día superamos retos y cada día nos vamos con una sonrisa a casa pensando, que el próximo entrenamiento, todos y todas APRENDEREMOS algo.








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