Tus hijos beben, fuman y se drogan por espejo
- AlmargenDeTuMente
- 30 oct
- 1 Min. de lectura
Tememos que nuestros hijos caigan en el consumo de alcohol o drogas, pero pocos nos atrevemos a mirar el espejo más incómodo: "nuestro propio ejemplo".
Nuestros hijos no heredan hábitos, heredan maneras de gestionar el dolor. Si nos ven anestesiarnos con una copa, con el móvil o con el silencio, aprenden que sentir demasiado puede ser peligroso. Y cuando llegue su turno, buscarán también su propia forma de escapar.

El pedagogo Paulo Freire decía que “la educación es un acto de amor, y por tanto, un acto de valor”. Ese valor implica mirarse primero uno mismo antes de exigir conciencia al otro.
Diversos estudios lo confirman: el National Institute on Drug Abuse (2022) señala que los hijos de padres que consumen alcohol con frecuencia tienen entre dos y tres veces más riesgo de desarrollar conductas de consumo temprano, especialmente cuando perciben ese hábito como una forma de aliviar el estrés. La psicología familiar lo llama modelado conductual inconsciente. En palabras simples: educamos con lo que vivimos, no con lo que decimos.
Por eso, antes de mirar la botella en sus manos, mírate tú. Quizá ellos solo estén mostrando lo que tú aún no te has permitido ver.
DESPERTAR NO ES CULPARTE, ES VERTE ALMARGENDETUMENTE








Comentarios